AMEF (Análisis del Modo y Efecto de Falla): esta es una herramienta que sirve para detectar problemas en el desarrollo del producto o proceso, y que pueden comprometer la calidad y el desempeño del producto.
Actualmente vivimos en un mundo competitivo y que se encuentra en constante cambio y la industria automotriz no es la excepción, podemos vivirlo todos los días con los nuevos modelos de autos que salen al mercado.
Fabricar un automóvil con conectividad total no es lo mismo que fabricar un automóvil austero con las funciones básicas para el usuario. Por tal razón es necesario que los métodos y estándares se mantengan en constante cambio y actualización para poder desarrollar los nuevos modelos de autos que solicita el mercado.
Para ello, la AIAG decide hacer cambios en el manual del AMEF en su versión 4 generado en el año 2008, y genera un nuevo documento llamado FMEA Handbook versión 1. Este manual de AMEF realiza una fusión entre el análisis de riesgos de AIAG VDA, cambio que ha logrado darle un giro de 360° al documento anterior, para llevar los procesos automotrices a la eficacia en prevención de fallas.
Dicho cambio no ha sido sencillo para las organizaciones y aquí te menciono algunas fallas o riesgos que han ocurrido durante la transición en las organizaciones:
1. No calificar la severidad del riesgo en el AMEF de forma correcta
El manual del AMEF define 10 criterios de evaluación para la severidad, del 1 al 10 con la finalidad de identificar la falla o riesgos funcionales de los componentes, en la siguiente tabla encontrarás la definición de cada uno de los criterios a calificar:
Uno de los errores o fallas más comunes que cometemos al desarrollar un AMEF, es calificar la severidad en base al criterio del proveedor; ¿por qué?, porque en la mayoría de las ocasiones el proveedor no conoce cuál será su funcionamiento, para qué se utilizará el componente, en dónde será montado o ensamblado, si interactúa con otros componentes, si durante el ensamble puede ser dañado o alterar su funcionalidad, entre muchos otros aspectos que deben de evaluarse al desarrollar ésta herramienta.
Por ejemplo, cómo saber si se debe calificar una incomodidad o molestia entre el 2, 3 o 4, cuando en éste criterio hablamos sólo de una molestia que no provoca una falla en la funcionalidad del vehículo, para poder evaluar éste criterio, es necesario ir al ensamble del componente y evaluación en punto de instalación del cliente, no es suficiente con hacer la evaluación en las instalaciones del proveedor, esto puede provocar una calificación errónea en la evaluación de la severidad.
2. No calificar la ocurrencia del riesgo en el AMEF de forma correcta
El manual del AMEF define 10 criterios de evaluación para la ocurrencia, del 1 al 10, en esta tabla encontrarás la definición de cada uno de los criterios a calificar:
¿A qué se refiere la ocurrencia?, esta se refiere a la frecuencia con la que ocurre un evento, si estamos hablando de una falla en nuevos productos o procesos, la calificación será siempre 10; a partir de ahí la ocurrencia deberá calificarse conforme al histórico de fallas en ese proceso.
3. No calificar la detección del riesgo en el AMEF de forma correcta
El manual del AMEF define 10 criterios de evaluación para la detección, del 1 al 10, en esta tabla encontrarás la definición de cada uno de los criterios a calificar:
Para la calificación del riesgo, es necesario considerar que existen ciertos atributos en los componentes para los cuáles no es fácil implementar un sistema de detección, cómo por ejemplo los criterios de apariencia, posiblemente si se trata de color se pueda implementar una cámara de visión; para éste tipo de atributos la calificación de detección debe ser 10.
4. Realizar la evaluación del riesgo en el AMEF de forma equivocada
En éste punto se debe preguntar si en realidad estamos haciendo la evaluación correcta, una forma para comprobarlo es poner a prueba el error e identificar si es correcto que puede producirse o no. Ya que podemos calificar el riesgo bajo como alto o el riesgo alto como bajo y en ambos no se lograría la eficacia del proceso. Si el riesgo es alto y se evalúa como riesgo bajo, se le estará permitiendo al proceso tener una falla y generar producto no conforme; por el caso contrario si el riesgo es bajo y se califica como riesgo alto, se estarán invirtiendo esfuerzos en donde no se requieren, eso se le llama desperdicio.
Considera que si la calificación de la severidad, ocurrencia y detección se realizaron conforme a los criterios definidos, el resultado de la evaluación general del riesgo no va a tener error durante la operación. De ahí la importancia de calificar los primeros riesgos de forma adecuada y conforme al criterio definido por IATF.
5. No definir las acciones correctas en el AMEF para cada uno de los riesgos identificados
Si ya se ha revisado el riesgo 4, y se ha puesto a prueba la falla, será mucho más fácil definir las acciones necesarias para evitar la ocurrencia, de lo contrario el riesgo siempre va a estar presente.
¡Recuerda! Si durante el desarrollo del AMEF se realiza una correcta calificación y evaluación del riesgo, la definición e implementación de las acciones será efectiva y enfocada únicamente al control del proceso. Es muy importante que en el desarrollo se encuentre involucrado todo el personal, también incluir al personal directo, será más fácil identificar cuáles son los errores de la operación que no se han identificado y que puedan evitar posibles fallas.
Durante un análisis de problemas en una empresa, se identificó como acción correctiva una acción que ya había sugerido el operador, él había dicho desde hace 6 meses que el clip podía colocarse al derecho y al revés, un operador experimentado podía identificar que el lado más angosto era el derecho y el más ancho el izquierdo, para la operación esto es un riesgo o posible falla; por lo que escuchar al personal siempre será una de las mejores elecciones.
Si deseas saber más sobre la herramienta de AMEF y/o alguna falla, comunícate hoy con nosotros, o te invitamos a nuestros próximos entrenamientos en diferentes ciudades como Monterrey, Querétaro, Guadajalara, entre otras dentro y fuera de la República Mexicana y en modalidad en línea desde cualquier ciudad.