Cuando no cumplimos los requerimientos de los clientes internos o externos, éstos exigirán una acción correctiva que ataque la causa raíz y prevenga la recurrencia del problema.
Independientemente de la metodología de solución de problemas que decidamos utilizar, será necesaria la implementación de una acción inmediata de contención que aislé el problema en el producto y no permita que éste siga llegando al cliente, mientras se gana tiempo para continuar con la investigación de causa raíz y la posterior implementación de controles permanentes.
Una acción de contención tiene tres principales características:
1.- Es inmediata y algunos clientes pedirán su implementación dentro de 24 a 48 hrs posteriores a la notificación de la queja.
2.- Es temporal y nunca debe considerarse como una solución definitiva de largo plazo.
3.- Comúnmente es un control de detección basado en inspecciones automáticas o visuales.
Un problema dentro de las organizaciones es que las acciones de contención temporales son confundidas con soluciones de largo plazo que no atacan las causas raíz pero permiten que el cliente deje de quejarse. Este tipo de enfoque es totalmente reactivo contrario a la naturaleza preventiva pretendida por los sistemas de gestión de calidad.
Les deseamos soluciones efectivas enfocadas a las causas reales y no más «soluciones temporales» eternas.
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