Resolver problemas juega un papel muy importante en nuestra experiencia humana; resolvemos problemas todos los días y somos medidos en nuestra eficiencia para generar soluciones efectivas, pero ¿Reconocemos cuáles son los problemas más importantes a resolver?, ¿Sabemos cómo resolverlos? y si no sabemos, ¿Quién nos enseña?, ¿Las soluciones que generamos son efectivas? ¿Ahora somos mejores?
Un gran ausente en nuestra educación básica es el aprender cómo resolver problemas, aunque es un actividad que debemos realizar todo el tiempo. ¿Cómo hacemos entonces, para resolver problemas?
El instinto ha sido la forma inmediata y ancestral que utilizamos para la solución de problemas. Sentido común se le llama, y con éste, somos capaces de resolver problemas inmediatos. Este instinto nos provee soluciones rápidas a problemas urgentes, donde el tiempo de reacción es escaso, donde no hay tiempo para pensar. El sentido común nos dice que conviene huir ante un incendio, nos dice que tomemos agua si tenemos sed. La principal desventaja con el sentido común es que no estamos seguros de haber implementado la mejor solución.
Otra forma de solucionar problemas consiste en el método a prueba y error, es decir, intentar diferentes acciones, diferentes soluciones, hasta que una de ellas logre resolver el problema. La desventaja de este método es que lleva tiempo y consume recursos, aunque es muy probable que a base de seguir insistiendo, logremos solucionar nuestros problemas. Algunos problemas sólo pueden solucionarse de esta manera, por ejemplo: un diagnóstico médico, la reparación de un mecanismo o la preparación de una receta de cocina.
Los problemas más complejos, los que no pueden resolverse a través del sentido común o a prueba y error, requieren el uso de una metodología de solución de problemas que pueda alinear el pensamiento de un grupo de expertos al entendimiento del problema, la comprensión de sus efectos, el descubrimiento de las causas, la implementación de soluciones y verificación de resultados. Ejemplos de metodologías para la solución de problemas son el 8D´s, A3, Kepner-Tregoe, Six Sigma, etc.
Día a día los problemas son más complejos. Te recomiendo que domines al menos una metodología para la solución de problemas porque, te aseguro, la vas a necesitar.
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